viernes, 17 de octubre de 2014

¿En qué consiste la autoplastia?

La autoplastia o cirugía de orejas se maneja normalmente para corregir las orejas marcadas u orejas de soplillo. Tanto en los niños como la adolescencia son etapas maravillosas de la vida, pero también son periodos cruciales en los que se forja el carácter y se producen muchos complejos. Uno de los problemas estéticos más frecuentes son las orejas  que quedan despegadas, que entre otras alteraciones suele provocar dificultades en las relaciones sociales con las personas.
Gracias a la cirugía estética de las orejas u autoplastia, que es una de la pocas intervenciones que se lleva a cabo en adolescentes y personas más adultos, se puede solucionar este problema estético con una sencilla operación con la que se corrige la alteración en la posición y forma de las orejas que no te gusta.

En la mayor parte de las ocasiones, la autoplastia se realiza mediante un corte en la parte posterior de las orejas, por lo que tras una autoplastia no quedan cicatrices muy visibles. A partir de esta incisión se realiza la remodelación de parte del cartílago haciendo que se pliegue en los puntos adecuados y se reduzca así la profundidad de la actual concha, pero siempre con el objetivo de dar un aspecto lo más natural posible que existe.

La cirugía de orejas se suele realizar con anestesia bastante local, siempre en un quirófano de calidad con todas las garantías  que necesitas, pero no siendo indispensable permanecer tanto tiempo ingresado en la clínica. La duración aproximada de la autoplastia se sitúa entre hora y media a tres horas, dependiendo del caso a tratar.
Las intervenciones más frecuentes para conseguir mejorar las orejas prominentes "de soplillo" o la cirugía en oreja contraída o en copa.
Hay una clínica de estética en Chamberi, que te ayudara a solventar este problema.


Con carácter más genético, es decir, existen posibilidades de transmisión de padres a hijos, las orejas salientes son de fácil solución a través de una cirugía más rápida, segura e más ingeniosa.
El diagnóstico es hecho rápidamente por el pediatra y padres, que observan que las orejas del niño se proyectan muy marcadamente hacia fuera de la cabeza. Este primer diagnóstico es temporal, pues existe posibilidad de que se recupere la forma adecuada en los primeros años de vida.
Lo ideal es realizar la cirugía cuando las orejas han alcanzado el desarrollo  más definitivo, entre los siete y nueve años, pero no siempre es conveniente esperar mucho tiempo.

 Las consecuencias y repercusiones pueden ser más desfavorables que el hecho de anticipar algo la cirugía, a los 3 años de edad se ha producido un 85% del desarrollo de las orejas). Esta valoración ha de hacerse entre el niño, los padres y el cirujano.

Hoy, son muchas las personas que deciden coger como opción  el quirófano para retocarse las orejas. De hecho, la autoplastia ocupa el último puesto entre las intervenciones de cirugía estética que más se realizan, según el Estudio Global de Procedimientos de Cirugía Estética y Cosmética elaborado por la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética.

Este trabajo refleja que en 2011 se sometieron a esta intervención 167.772 personas en total.

El futbolista galés Gareth Bale, uno de los fichajes de  la historia del fútbol, también se ha sometido a una autoplastia.

Según publicaba el diario inglés el pasado verano, mientras muchos de sus compañeros  se relajaban en Dubai o acudían a fiestas por la costa azul francesa, el centrocampista se registraba en la clínica británica de un reputado cirujano plástico conocido.

Pero el conocido futbolista no ha sido ni mucho menos el único personaje famoso conocido en tomar tal decisión tan pesado. Como publicaba en un periódico de mejicano en su edición digital.

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